FRIEDRICH
VORDEMBERGE-GILDEWART
Friedrich
Vordemberge-Gildewart es uno de los pocos artistas que se ha adscrito a una
aproximación abstracta geométrica desde el principio. Después de estudiar
diseño de interiores, arquitectura y escultura en la Escuela de Artes y la
Technische Hochschule de Hannover, entró en
escena en 1923/24 como artista. Desde Hannover, en ese momento un
importante centro de arte progresista, se puso rápidamente en contacto con el
constructivismo ruso, la Bauhaus, y el grupo de Netherlandish De Stijl, al que
se incorporó en 1925.
En su obra fue dominado por la
preocupación por las posibilidades creativas de formas geométricas, aunque su
concepción es menos dogmática que sus colegas.
La producción de las relaciones armoniosas entre los componentes de la
imagen es la principal preocupación de su pintura.
El artista ha
renunciado deliberadamente a acentos individuales en su arte y se limita a
medios objetivos de expresión
En esta obra
se ven tres poderosos campos de color a los que se contrapones los rectángulos
estrechos que están en el centro, pero
estas tres “tiras” de color proporcionan
la energía que pone la estructura de la
imagen en movimiento. El truco: poner a sus valores de color los
contrarios de los colores de los grandes rectángulos. El blanco delicado
se afirma como no-color frente al negro, que es el segundo no-color en esta
imagen. La pequeña raya de color rojizo se enfrenta con valentía al gran rectángulo
verde, que es su color
complementario. Y la tira ocre va contra el azul. El amarillo y el azul
son entre sí como el rojo y verde, que están en fuerte contraste como colores
complementarios que son y atraen uno al otro para hacerles brillar.
Entre el
rectángulo verde y el azul no hay una separación nítida, así como en los bordes
del pequeño cuadrado azul en la gran superficie azul. Estas fronteras borrosas
generan vitalidad en el cuadro.
Hay un
contraste entre la parte izquierda y derecha del cuadro. La izquierda es más
geométrica, más definida, más pausada. La derecha no es uniforme; el color azul
va cambiando de tonalidad de un lugar a otro, lo mismo ocurre con el verde,
aunque la diferencia de tonalidad es menos acusada. Hay una especie de
desequilibrio entre una parte y otra que da movimiento a una composición que a
simple vista puede parecer estática. Pero ese desequilibrio no es tal, para
restablecerle, dar energía y movilidad
plástica al cuadro están las estrechas tiras de color blanco, rojizo y ocre en
la zona central.
Este es un
cuadro de aparente sencillez, donde los agentes plásticos están muy presentes y
le dan variedad, movilidad y tensión plástica.