miércoles, 20 de noviembre de 2019

APRIL GORNIK
 
           April Gornik (1953) es una artista estadounidense que pinta sobre todo paisajes de tierra, cielo y mar. Son paisajes que extrae de la realidad.

         Sus paisajes parece que no tienen nada de especial, pero al contemplarlos cobran un significado inusual. Normalmente son paisajes de una serenidad y una tranquilidad aparente, que nos parecen de una belleza fugaz, breve, que va a desaparecer en unos momentos. Pero esa belleza y esa serenidad nos produce una cierta inquietud, son lugares que cobran una inaudita extrañeza.
         La pintora nos dice que cuando termina un cuadro mira para que la composición del mismo cree una tensión plástica que casi haga romperlo. Si se extrajera algún elemento del cuadro este ya no sería igual, la sensación que se percibiría habría cambiado.
         ¿Y esto realmente lo consigue? Veamos alguna de sus obras.
 

         Este cuadro es tan bello como perturbador. Enseguida se da uno cuenta de que al paisaje le faltan detalles, de que el reflejo en el agua no se corresponde con lo que hay fuera, de que no hay personas ni animales por lo que el paisaje es un poco inquietante, un poco tétrico. No es un cuadro fotográfico de un paisaje ni nada parecido. La autora transmite una sensación especial de inquietud.
         Veamos si al modificar algunos elementos la sensación cambiaría.

 
         De una manera un poco burda solo he intentado que el reflejo en el lago fuese más real. El paisaje se aproxima más al espectador, pierde profundidad y lejanía.  emocionalmente pierde misterio. En el original la pintora consigue una sensación de lejanía, de misterio, de irrealidad, es un paisaje que ella ve pero que a la vez imagina, que transforma en sus recuerdos y en sus vivencias. Es un paisaje totalmente personal.

 
         En este cuadro hay un exceso de color anaranjado en el agua que no se corresponde con el del cielo.
 
 
            Si se van eliminando esos colores dorado anaranjados El cuadro gana en profundidad. El color frío que he puesto en el agua aleja todo. En el original esa abundancia de reflejos dorados hace el paisaje más cercano, pero más solitario, como más inhumano. El original es un cuadro muy personal.
 
 

 
         Este cuadro también nos muestra como la autora crea una visión y un significado personal que se rompe con modificaciones que intenten acercarlo a una realidad más natural, más como la que estamos acostumbrados a ver. Esa franja azul que rompe la oscuridad del reflejo es inquietante por irreal, parece pertenecer al mundo de los sueños, de las alucinaciones.  
 

         Este es un cuadro de Miró que está colocado en dos posiciones opuestas. El cuadro es el mismo, pero para cualquier espectador son cuadros diferentes.
         Realmente lo que hace esta mujer, April Gornik, lo hacen la totalidad de los artistas. Sus cuadros son personales y si se modifica algo, el cuadro va cambiando. A veces basta solo con modificar la posición para que el cuadro sea diferente. Entonces ¿por qué poner como característica de una pintora algo que ocurre con todos los cuadros de todos los pintores del mundo?