sábado, 29 de septiembre de 2018


FELICE VARINI
Carcasona – Círculos concéntricos excéntricos 
            Carcasona (Francia) es una ciudad medieval amurallada excepcional. Todo el conjunto se quedó tal cual se hizo, uno se siente transportado a otras épocas.  Es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, a la que acudimos numerosos turistas.

 
                Al pasar una de las puertas me encuentro con esto. ¿Quién ha pintado de amarillo las murallas de Carcasona? ¿Por qué se ha hecho esta burrada? Me acerco y veo que no es pintura, veo que es papel cuidadosamente pegado.  Inmediatamente lo asocio con una manifestación de arte contemporáneo a las que son tan aficionados los franceses. Y como tal intento empezar a verla. Esta primera visión no me gusta. Esos trozos amarillos verticales me dan la sensación de parte de una construcción infantil. No van con los arcos apuntados, no van con nada. Son como pegotes puestos sin ton ni son.
 
            Un poco más adelante hay otras rayas que van verticales e inclinadas, y rompen la verticalidad de la torre y de las aristas. Me parecen algo más pensado, más ordenado, con más sentido.
 
            Y estas líneas curvas en el torreón me gustan aún más pues le dan mucha movilidad plástica. Pero ¿y esas rayas horizontales en lo alto del muro? ¿y cómo se relaciona con todo ello esa línea curva de la parte inferior? ¿Cómo dar sentido plástico a ese conjunto de líneas curvas y horizontales junto con la verticalidad del torreón y de los muros, y los conos de los tejados y curva de las puertas?
 

 
                Unos pasos más adelante mi desconcierto es aún mayor. Aparece parte de la fortaleza en todo su esplendor, pero con unas manchas sin sentido aparente: verticales, con una curva muy pronunciada, una raya inclinada en dos almenas, varias inclinadas en un torreón y verticales en otro. Me rindo ante la intención del artista. No la entiendo.
 
            Pero llego a un punto en el que entiendo todo, todo cobra sentido. Hay toda una serie de círculos concéntricos sobre los muros, torreones, almenas, etc. y el centro se ve solo desde donde estoy.
 
                En cuanto me muevo un poco los círculos se desajustan, las coincidencias se rompen. Y hay que hacer una recomposición mental para volver al estado de equilibrio. Desde este lugar los movimientos originan atenticos procesos de reequilibración ante la fragmentación de los círculos.
 
                Cuando uno se marcha de este lugar todo se ve de diferente manera. Uno se mueve y gira la cabeza buscando o imaginando con qué líneas forman un círculo estas que estamos viendo. Es todo un proceso creativo – imaginativo el que estamos realizando.

            ¿Y no es una de las características del arte contemporáneo la implicación del espectador? Yo creo que en este caso la implicación está plenamente conseguida.

            Con motivo del 20 aniversario de la inscripción de Carcasona (Francia) en el Patrimonio Mundial de la UNESCO, el Centro de los monumentos nacionales decidió hacer un gesto artístico excepcional, el resultado ha sido esto que he visto y comentado. El autor ha sido el suizo Felice Varini.