ROBERT RYMAN
En sus orígenes, la pintura abstracta
con Mondrían y Kandinsky tenía mucho de búsqueda de un significado espiritual y
estético. Entonces como ahora dicha búsqueda no llegaba a la mayoría del
público, pero para la minoría que era capaz de entenderla representaba la
esencia más pura y más auténtica de la pintura. Y dentro de esta pureza la
pintura monocroma representa el sumun, aunque no ha sido nunca popular porque
irrita a la mayoría de los espectadores.
Robert Ryman (30 de mayo de 1930) es un pintor estadounidense
identificado con la pintura monocroma y el minimalismo. De formación
autodidacta, su primer y decisivo contacto con el arte del siglo XX se produce
durante los años en los que trabaja como vigilante en el Museo de Arte Moderno
de Nueva York (1953-1960). De todo lo que allí ve, Rothko le aporta la lección
definitiva acerca de la consideración del cuadro como una entidad integrada.
“Lo radical de Rothko -afirma el artista en 1986- era que no hubiera alusión a
ninguna influencia representacional. Había color, había forma, había
estructura, la superficie, la luz -desnudez sin más”.
Ryman irrumpe con una obra
fundamentada en el color blanco en el panorama artístico norteamericano en la
segunda mitad de los años cincuenta. En sus obras rechaza cualquier contenido
simbólico o metafórico en sus cuadros y se centra en cuestiones relativas al
tipo de pigmento blanco que utiliza y a la superficie a la que lo aplica.
Con su pintura busca lo que él considera esencial: apreciar pequeños
matices y variaciones, apreciar como la incidencia de la luz en el lienzo
modifica los colores y las superficies.
“Me gusta la luz diurna por tenue que sea. Incluso en los días
nublados me sigue pareciendo bonita. Las pinturas cobran una vida diferente. La
luz diurna es activa, cambia de continuo, y eso insufla savia al lienzo, genera
variaciones sutiles; es perfecta.”
Si lo básico es la pintura, lo que está pintado, eso es lo que se
debe analizar: como se revela a través de la instalación y de la luz.
Ryman es un pintor
esencial en la pintura abstracta monocroma y también en el minimalismo. Para
muchos es el que más lejos ha llegado en algo esencial en la pintura: la luz.