jueves, 25 de febrero de 2016

ROBERT RYMAN

En sus orígenes, la pintura abstracta con Mondrían y Kandinsky tenía mucho de búsqueda de un significado espiritual y estético. Entonces como ahora dicha búsqueda no llegaba a la mayoría del público, pero para la minoría que era capaz de entenderla representaba la esencia más pura y más auténtica de la pintura. Y dentro de esta pureza la pintura monocroma representa el sumun, aunque no ha sido nunca popular porque irrita a la mayoría de los espectadores.


Robert Ryman (30 de mayo de 1930) es un pintor estadounidense identificado con la pintura monocroma y el minimalismo. De formación autodidacta, su primer y decisivo contacto con el arte del siglo XX se produce durante los años en los que trabaja como vigilante en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (1953-1960). De todo lo que allí ve, Rothko le aporta la lección definitiva acerca de la consideración del cuadro como una entidad integrada. “Lo radical de Rothko -afirma el artista en 1986- era que no hubiera alusión a ninguna influencia representacional. Había color, había forma, había estructura, la superficie, la luz -desnudez sin más”.
 
 Ryman irrumpe con una obra fundamentada en el color blanco en el panorama artístico norteamericano en la segunda mitad de los años cincuenta. En sus obras rechaza cualquier contenido simbólico o metafórico en sus cuadros y se centra en cuestiones relativas al tipo de pigmento blanco que utiliza y a la superficie a la que lo aplica.

Con su pintura busca lo que él considera esencial: apreciar pequeños matices y variaciones, apreciar como la incidencia de la luz en el lienzo modifica los colores y las superficies.
 
 

“Me gusta la luz diurna por tenue que sea. Incluso en los días nublados me sigue pareciendo bonita. Las pinturas cobran una vida diferente. La luz diurna es activa, cambia de continuo, y eso insufla savia al lienzo, genera variaciones sutiles; es perfecta.”

Si lo básico es la pintura, lo que está pintado, eso es lo que se debe analizar: como se revela a través de la instalación y de la luz.


            Ryman es un pintor esencial en la pintura abstracta monocroma y también en el minimalismo. Para muchos es el que más lejos ha llegado en algo esencial en la pintura: la luz.