lunes, 3 de marzo de 2025

Pierre Soulages (1919 - 2022)

 Pierre Soulages (1919 – 2022)

Fue un pintor francés llamado el “pintor del negro”, por su interés por este color y por su uso casi exclusivo a partir de 1979, en que se da cuenta que el negro le permitía reflejar la luz.

(Aunque sólo hay un color, la composición (la distribución del color está muy cuidada) Las estrias casi horizontales surgen del negro total de la izquierda. Las superiores tienen una inclinación ligeramente descendente. Las inferiores una inclinación ascendente. Ambas convergen en esa especie de raya inclinada, a partir de la cual todos los trazos son horizontales. Entre ambas partes y junto a la parte del negro total, hay unas estriás muy inclinadas, que aportan mucho dinamismo a la composición. La vista del espectador recorre todo le cuadro guiada por las direcciones de las diversas estrías.)

Este cuadro me parece como el reflejo de una parte negra en un lago, o en una superficie, que también es negra. Imágenes concretas no veo ninguna, solo veo superficies negras, que emiten luz y en las que parece que cada una se refleja en la otra sin que ninguna predomine sobre la otra. Es como si una luz se reflejase en otra luz.

A partir de 1979 pintará cuadros completamente negros, en los que manipula la pintura creando texturas y surcos mediante espátulas, racletas o cuchillos. Así se generan reflejos que varían dependiendo de la iluminación y la posición del espectador. El negro deja así de absorber la luz y se convierte en un negro luminoso, en un negro que emite claridad, que emite una luz que puede considerarse como una luz secreta.

A estas obras las denomina outrenoirs, “otro negro”.

En esta serie de paneles, aparentemente todos del mismo material, colocados sobre el suelo, la luz parece salir de cada uno de ellos por un sitio diferente. En los cuatro paneles situados en la parte trasera, la luz que sale está situada de tal modo que se forma una especie de onda luminosa. Los tres paneles de la parte delantera, y son poco visibles, y forman una onda de no luz que dialoga con la primera. La raya de luz que hay en la base de algunos paneles es sorprendente. Es una luz que nace y muere allí. No ilumina nada más.

Hay críticos, que a mí me parecen que solo hacen crítica literaria, que consideran que: Dando un significado metafísico a las capas negras de pintura y su posterior raspado, Soulages evoca el nacimiento de la vida de la oscuridad, y la naturaleza del alma humana, que busca la luz en cualquier circunstancia.

Otro crítico considera que: Soulages nos lleva al principio de la Creación, cuando de la oscuridad total Dios hace surgir la luz, y con ella todo el universo. Soulages es, desde esta óptica, un creador de lo primigenio.

Con motivo de la retrospectiva del 2002 en el Georges Pompidou se escribe: La emoción que suscita la obra de Soulages parte de una intensa apuesta por la abstracción y de una pureza extrema: son lienzos en los que el color (o no-color) negro actúa como un espejo del interior. Superficies profundas que no invitan a penetrar en ellas, sino que nos devuelven el reflejo y nos lanzan hasta el interior de nuestro propio ser.

(Dos vistas del mismo cuadro en los que varía la dirección de la luz que incide sobre él.)

Para Pierre Soulages siempre importó más el resultado del trabajo, la obra terminada y considerada como un objeto, que toda esa especulación estética o filosófica que inevitablemente surge alrededor del proceso creativo. En una entrevista confesó que  “poco importan las clasificaciones. Sea cual sea la etiqueta que se me cuelgue, yo no hago de ello ningún drama”.

La vida de Soulages, su trayectoria o sus intervenciones en medios, proyectan esta imagen de discreción y sencillez propia del artista/artesano, aquel que está menos ocupado en posicionamientos o manifiestos y más en un oficio meticuloso y constante. Abandona la Escuela de Bellas Artes de París por desinterés y se introduce en la abstracción gracias a Sonia Delaunay, a la que conoce durante la ocupación alemana de Francia. Adquiere fama después de finalizar la guerra y, tras un viaje a Estados Unidos, entabla amistad con Rothko, Motherwell o de Kooning.

A menudo cuelga sus obras en el centro de habitaciones o espacios de exposiciones. Lo hace porque prefiere las pinturas como paredes en lugar de ventanas, pero no he encontrado ningún escrito o declaración en la que explique la razón de esta preferencia.

Esta manera de colocar los cuadros posibilita mucho ver las variaciones de la luz/color al variar la posición del observador, y al variar el lugar de donde procede la luz que se refleja en los cuadros. En la foto que muestra varios cuadros colgados, se ve perfectamente las variaciones del negro, dependiendo de lo que he acabado de decir y de la dirección de los surcos marcados en los cuadros.

Estos dos paneles colocados uno junto al otro, nos muestran unos ritmos y unos tonos que se complementan. Las estrías de la parte superior de cada uno de ellos son muy similares, unas parecen ser la continuación de las otras, pero las de la derecha son algo más estrechas que las de la izquierda. En el cuadro de la derecha el negro total de la parte central contrasta con el negro de la parte inferior del cuadro de la izquierda. La misma variación hay entre el negro central de la parte izquierda y el negro inferior de la parte derecha. Aquí se ve una auténtica interacción del color, la intensidad del color negro, en las zonas lisas, parece depender de que el negro rayado esté encima o debajo de la parte rayada, así como del ancho de las estrías rayadas.

Este cuadro me parece como el nacimiento de la luz. Es la luz abriéndose paso a través de la oscuridad total. Pero es una luz que sólo va al espectador, que va directamente a él. No va ni hacia arriba, ni hacia abajo, ni a derecha, ni a izquierda. Es una luz que habla miles de lenguajes y a cada espectador le habla en el suyo. Es un cuadro hecho para pensar, cada espectador determina de donde viene esa luz, qué le dice o qué momento le hace recordar. Puede hacer revivir el momento en que se abrió una luz en la vida del que está mirando.

miércoles, 1 de enero de 2025

La Danza Nupcial de Peter Brueghel el Viejo

PETER BRUEGHEL, el Viejo - LA DANZA

        Peter Brueghel, llamado el Viejo (hacia. 1526/1530 - Bruselas, septiembre de 1569). Fue el fundador de la dinastía de pintores Brueghel, y es considerado el pintor holandés más importante del siglo XVI. Con Jan Van Eyck. el Bosco y Rubens, es considerado como uno de los cuatro grandes maestros de la pintura flamenca.
    En sus cuadros, dominados por la vida popular, el pintor muestra a los campesinos tal como son, en sus actividades y su ocio. Por vez primera en la historia de la pintura, la clase campesina es la protagonista única de grandes cuadros.
        A Brueghel le gustaba visitar a los campesinos, en las bodas o ferias. Se vestía como los campesinos y se comportaba como ellos. Le encantaba observar las costumbres de los campesinos, sus modales en la mesa, bailes, juegos, formas de cortejo, y todas las bufonadas que podían ofrecer, y que el pintor supo reproducir, con gran sensibilidad y humor.


          Este cuadro de la Danza Nupcial es uno de los más conocidos, y como en casi todos sus cuadros hay un componente moralizante. Según la opinión de algunos críticos expertos, aquí intenta moralizar sobre el pecado de la lujuria, presentando el baile de una boda campesina, en la que el baile en el campo es  más un disfrute del sexo que la celebración de un sacramento. En reproducciones de este cuadro de los años del 1940 se modificaron las braguetas de los danzantes que están en primer término, para que la reproducción no fuera tan impúdica, con lo que se perdía parte de la intención del cuadro.
        En este cuadro se ve a muchas personas en un baile campestre, donde hay mucho bullicio y donde parece que no hay orden en la colocación de los personas por aquí y por allá. Otro factor que hay que tener en cuenta es cómo el cuadro da sensación de movimiento, sensación de que se está celebrando un baile.
       
          La sensación de movimiento y de baile nos la dan los personajes que aparecen en los primeros planos. Los pies de los danzantes del primer plano están a distintas alturas, y la línea que hipotéticamente recorre esos pies es una línea ondulada, que ya nos da una cierta sensación de movimiento.


       Pero Brueghel no se conforma con la ondulación del movimiento de los pies. Para insistir más en la sensación de baile, las cabezas del grupo que  está en primer plano (círculos verdes), describen rítmicas subidas y bajadas.  Y las cabezas de las figuras del segundo plano (círculos amarillos) componen el contrapunto de las del primer plano, todo ello enmarcado por los agrupamientos  más compactos y muy estáticos, de la multitud que hay más lejana.  
        La mayoría de las personas no participan del baile, sólo son unos pocos, y esos pocos son los que cometen el pecado de la lujuria.
        ¿Y cómo están relacionados entre sí todos los personajes? ¿Qué obliga a la vista des espectador a recorrer todo el cuadro? El color blanco de los pañuelos de las mujeres traza líneas que recorren todo el cuadro y no  dejan huecos vacíos. En la siguiente foto he trazado varias de esas líneas, que no son exclusivas, ni excluyentes de otras varias que puede haber.
   

        La pintura está muy equilibrada en su conjunto. No hay ninguna zona que por su colorido atraiga más la atención, ni hay ninguna zona donde la vista se detenga especialmente.
        Utilizando en el cuadro solo los colores blanco y negro (blanco para los blancos y colores claros, y el negro para los colores negros y oscuros) vemos perfectamente como Brueghel ha conseguido el equilibrio  tonal.


        Las formas claras y oscuras están equilibradas unas con otras. Las formas más claras están rodeadas de formas oscuras y éstas, las oscuras están rodeadas de formas claras.
            Utilizando tres tonos, claros, medios y oscuros, se observa mejor la distribución tonal y equilibrada que ha utilizado Brueghel. Un baile es un momento de alegría y los colores cálidos y claros contribuyen a ese aire festivo que parece salir del cuadro.


        Cuando se utilizan los tres tonos se ven muy bien esos pasillos oscuros, y otros claros, que recorren todo el cuadro y que son pasillo por los que la vista puede circular y no dejar de visitar ninguna de las zonas y rincones de la superficie del cuadro.