viernes, 16 de mayo de 2014

FORMAS DE EXPRESIÓN CON  EL CLAROSCURO
Caravaggio – Rembrandt – Georges de La Tour – El Greco

         El claroscuro es un procedimiento que permite traducir no solo las diferencias de intensidad luminosa en relación con la profundidad y el relieve, sino también los cambios mismos de iluminación. Técnicamente se obtiene el claroscuro trabajando un tono por grados, de un grado hacia la máxima luz y del otro hacia la sombra más acusada. Fue una técnica que constituye una de las grandes innovaciones del final del Renacimiento y la pintura pasó a ser su expresión propia.
         Pero cualquier técnica carece de calidad por sí misma, y solo el empleo que de ella hace el artista es capaz de dársela. Hay varias formas de expresión posible con el claroscuro. Veamos  las de Caravaggio,  Rembrandt,  Georges de la Tour y el Greco.

El claroscuro en Caravaggio.
 David y Goliat.La noche se abre de repente y ahí está David con su trofeo para que el espectador sienta un escalofrío…el claroscuro desempeña el papel de un proyector.


En la oscuridad que invade el lienzo, los claros destacan los objetos, principalmente el busto de David, la espada y la cabeza de Goliat. Pero ni el dibujo ni los colores son tocados ni modificados por el empleo de esta técnica; el claroscuro se añade a la escena para subrayar el efecto buscado, pero no contribuye en forma alguna a construir el espacio del cuadro.

         El claroscurso de Rembrandt.


La Bañista. Aquí el artista también recurre al claroscuro y lo convierte en un medio plástico muy logrado. La razón está en que la luz y las sombras no se limitan a batir el cuadro como si fuera un proyector, añadiéndose desde fuera, sino que forman parte de la sustancia del cuadro. En lugar de destacar formas y colores que ya existen, el claroscuro se integra en esas formas y las integra. Y por supuesto transforma el dibujo. Las líneas ya no siguen solo el contorno de los objetos como en Caravaggio, sino que se funden en transiciones regidas por los propios valores. El modelo cambia a su vez y, en lugar de ser puestas en evidencia las carnes por la luz, esas carnes difunden su luz, produciendo volúmenes que se acomodan al claroscuro. Los colores metamorfoseados a su vez, reducen su número para ajustarse a un tono dominante.


         En el David el fondo del cuadro sirve de contraste a la mancha clara del héroe; en la Bañista el fondo pertenece al cuadro, formando un todo con las carnes de la mujer engendradas por la sombra y la luz.

Georges de La Tour.


Supo crear su forma de expresión con el claroscuro. En su claroscuro la línea no se funde en la sombra, sino que recorta en aristas vivas el lado iluminado de los objetos.


         En cuanto a los planos, modelados solo por una parte, se construyen al modo de un edificio. Si La Tour suprime los detalles realistas, pliegues, arrugas, musculatura, accesorios, no es para hacer una pintura distinguida, sino para afirmar mejor su partido que es el monumental. Por la misma razón simplifica la gama de colores.
         Mientras en Rembrandt el claroscuro se hace palpitación estremecida, en La Tour es exaltación contenida, pero ni en uno ni en otro se añade al cuadro. En ambos forma parte de él.
  

                
Pero antes que Caravaggio, el Greco había hecho del claroscuro el instrumento de su lirismo. Su Resurrección de Cristo o El Nacimiento de Cristo son emocionantes. Y emocionan porque gracias al claroscuro los colores se resaltan y los colores se hacen luz; las líneas destacan netas las figuras y hacen que tengan más dinamismo.


  
El claroscuro en El Greco hace que los personajes se alarguen, que el modelado se reduzca a salientes, que el espacio se acorte, que las proporciones se modifiquen y los colores se recorten en llamas ondeantes al viento.


La caída de San Pedro parece artificial en el lienzo de Caravaggio, pero la caía del soldado en primer plano de la Resurrección parece verdadera a pesar de la inverosímil posición de cuerpo, y es que el claroscuro no es un accesorio dramático, por sí mismo se convierte en drama al combinarse con los colores y las líneas.

         Como síntesis obsérvense cuadros de los cuatro pintores de los que hemos hablado. Las diferencias entre unos y otros son evidentes. Todas son obras de gran calidad, pero el tratamiento que se hace del claroscuro es diferente de unas a otras. 






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