viernes, 18 de julio de 2014

ON KAWARA - ARTE CONCEPTUAL

El arte conceptual, es un movimiento artístico en el que las ideas son un elemento más importante que el objeto o su representación física. Pero la idea tiene que estar reflejada de una manera plástica, es decir, la obra plástica nos tiene que llevar a esa idea.  La idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales, quedando la resolución final de la obra como mero soporte que nos conduce a la idea, al concepto que se quiere transmitir.
Uno de los artistas conceptuales más importantes de este momento es el japonés On Kawara (Japón, 1933).
Este artista trata de plasmar plásticamente el paso del tiempo. Toda su obra es un intento de conseguir conciencia del paso del tiempo, lo que nos hace tomar conciencia de que estamos vivos. La  noción del tiempo que pasa, esas rutinas que tenemos todos los días que nos sirven de referencia para nuestra existencia, son susceptibles de ser convertidas en arte de la mano de este artista un japonés. Por lo menos ese parece ser su intento.
Su obra  es la prueba concreta de su existencia. Se trata de un archivo que documenta día a día su vida y que es el resultado de una disciplina creativa inquebrantable.


El 4 de enero de 1966 On Kawara comenzó su serie Today, integrada por numerosos cuadros conocidos como Date Paintings.
Obras que realiza en un día y si no es así, simplemente las destruye. En ellas refleja fechas que tiene algún tipo de significado para el artista.


Son cuadros de dimensiones variables pintados de un solo color, en el centro de los cuales escribe con letras blancas la fecha del día en el idioma del país donde fueron realizados. Todos los cuadros son prácticamente iguales y sólo cambia el tamaño y, por supuesto, la fecha.

  
Cada una de estas pinturas conceptuales se conserva en una caja de cartón que encierra igualmente la página de un periódico local del día. Y como cada obra implica un día completo de trabajo, representa un día en la vida de un artista cuya obsesión por dejar constancia del paso del tiempo tiene su origen en un antiguo ritual japonés: el hishiri (“lectura de los días”), cuyo objetivo es predecir el arribo de los dioses y su incidencia en la actividad productiva.  Kawara ha realizado hasta ahora Date Paintings en más de cien países; el proyecto concluirá, por supuesto, cuando el artista muera.




De igual modo, construye One Million Years (Past), un libro en el que aparecen escritas a máquina, uno por uno todos los años entre 998.031 a.C. y 1969. Un millón de años ni más ni menos, y dedicado “Para todos aquellos que nacieron y murieron”. Libro en 10 volúmenes que tuvo su continuidad con One Million Years (Future), en este caso desde 1969 al 1.001969, y dedicado en este caso “Para el último”.

 Libros que luego tuvieron su traducción oral, con una pareja leyendo los años uno por uno, en una acción que se llevó a cabo en espacios expositivos, pero también en diversas calles y plazas.
         El enigmático artista-viajero On Kawara ha dejado señales de su existencia a través de distintos documentos.
 En 1970 mandó varios telegramas a un amigo galerista holandés en los que sólo se leía: I am still alive (Sigo vivo). Durante años, Kawara siguió enviando telegramas a sus amigos repitiendo la misma frase y, se dice, a la fecha lo sigue haciendo. 

 Esta frase demuestra la existencia de un artista enigmático, obsesionado por el tiempo, que ha convertido su vida en el tema central de su obra y cuyo discurso conceptual parte de sus raíces orientales para insertarse plenamente en la idea de Joseph Kosuth del arte como reflexión filosófica.

 En I read (1966-1995), reunió 18 volúmenes con noticias de prensa leídas a lo largo de esos años, algunas con anotaciones propias.

  La serie I GOT UP reúne una colección amplia de postales que el artista envió durante años a sus amigos y familiares: cada una contenía la hora a la que se levantaba cada día.


Kawara va así construyendo su propia memoria diaria, y nos dice a todos que está vivo, mantiene su propia existencia y su obra es la prueba de ello, y en la medida en que nosotros la estamos contemplando también demostramos y reafirmamos nuestra presencia en el mundo.

On Kawara intenta plasmar plásticamente el paso del tiempo,  a la vez que da constancia de su propia existencia y hace reflexionar al espectador de la suya. Lo plástico de su obra es muy difícil apreciarlo en obras singulares, es sobre todo en las exposiciones  de su obra, en las que hay recogidas multitud de obras singulares, donde más se percibe  conjuntamente el aspecto plástico y el concepto de paso del tiempo.

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