ON KAWARA - ARTE CONCEPTUAL
El arte
conceptual, es un movimiento artístico en el que las ideas son un elemento más importante que el objeto o su representación física. Pero la idea tiene que estar
reflejada de una manera plástica, es decir, la obra plástica nos tiene que
llevar a esa idea. La idea de la obra
prevalece sobre sus aspectos formales, quedando la resolución final de la obra
como mero soporte que nos conduce a la idea, al concepto que se quiere
transmitir.
Uno de los artistas conceptuales más importantes de este momento es el
japonés On Kawara (Japón, 1933).
Este artista trata de plasmar plásticamente el paso del tiempo. Toda su
obra es un intento de conseguir conciencia del paso del tiempo, lo que nos hace tomar
conciencia de que estamos vivos. La noción del tiempo que pasa, esas rutinas que
tenemos todos los días que nos sirven de referencia para nuestra existencia,
son susceptibles de ser convertidas en arte de la mano de este artista un
japonés. Por lo menos ese parece ser su intento.
Su obra
es la prueba concreta de su existencia.
Se trata de un archivo que documenta día a día su vida y que es el resultado de
una disciplina creativa inquebrantable.
El 4 de enero de 1966 On
Kawara comenzó su serie Today,
integrada por numerosos cuadros conocidos como Date Paintings.
Obras que realiza en un día y
si no es así, simplemente las destruye. En ellas refleja fechas que tiene algún
tipo de significado para el artista.
Son cuadros de dimensiones variables pintados
de un solo color, en el centro de los cuales escribe con letras blancas la
fecha del día en el idioma del país donde fueron realizados. Todos los cuadros
son prácticamente iguales y sólo cambia el tamaño y, por supuesto, la fecha.
Cada una de estas pinturas conceptuales se
conserva en una caja de cartón que encierra igualmente la página de un
periódico local del día. Y como cada obra implica un día completo de trabajo,
representa un día en la vida de un artista cuya obsesión por dejar constancia
del paso del tiempo tiene su origen en un antiguo ritual japonés: el hishiri (“lectura de los días”), cuyo objetivo
es predecir el arribo de los dioses y su incidencia en la actividad
productiva. Kawara ha realizado hasta
ahora Date Paintings en más de cien países; el proyecto
concluirá, por supuesto, cuando el artista muera.
De igual modo, construye One
Million Years (Past), un libro en el que aparecen escritas a máquina, uno
por uno todos los años entre 998.031 a.C. y 1969. Un millón de años ni más ni
menos, y dedicado “Para todos aquellos que nacieron y murieron”. Libro en 10
volúmenes que tuvo su continuidad con One Million Years (Future), en
este caso desde 1969 al 1.001969, y dedicado en este caso “Para el último”.
Libros que luego tuvieron su traducción oral,
con una pareja leyendo los años uno por uno, en una acción que se llevó a cabo
en espacios expositivos, pero también en diversas calles y plazas.
El
enigmático artista-viajero On Kawara ha dejado señales de su existencia a
través de distintos documentos.
En
1970 mandó varios telegramas a un amigo galerista holandés en los que sólo se
leía: I am still alive (Sigo
vivo). Durante años, Kawara siguió enviando telegramas a sus amigos
repitiendo la misma frase y, se dice, a la fecha lo sigue haciendo.
Esta frase demuestra la existencia de un
artista enigmático, obsesionado por el tiempo, que ha convertido su vida en el
tema central de su obra y cuyo discurso conceptual parte de sus raíces
orientales para insertarse plenamente en la idea de Joseph Kosuth del arte como
reflexión filosófica.
En I read (1966-1995), reunió
18 volúmenes con noticias de prensa leídas a lo largo de esos años, algunas con
anotaciones propias.
La
serie I GOT UP reúne
una colección amplia de postales que el artista envió durante años a sus amigos
y familiares: cada una contenía la hora a la que se levantaba cada día.
Kawara va así construyendo su propia memoria diaria, y nos dice a todos que
está vivo, mantiene su propia existencia y su obra es la prueba de ello, y en
la medida en que nosotros la estamos contemplando también demostramos y
reafirmamos nuestra presencia en el mundo.
On Kawara intenta plasmar plásticamente el paso
del tiempo, a la vez que da constancia
de su propia existencia y hace reflexionar al espectador de la suya. Lo
plástico de su obra es muy difícil apreciarlo en obras singulares, es sobre
todo en las exposiciones de su obra, en
las que hay recogidas multitud de obras singulares, donde más se percibe conjuntamente el aspecto plástico y el
concepto de paso del tiempo.
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