martes, 30 de enero de 2018


MATHIAS WEISCHER
         Matthias Weischer nace en 1973 en Alemania Occidental. Es conocido por sus representaciones de interiores domésticos vacíos que crean un espacio ilusorio de superficialidad y profundidad. Todo es válido para este joven artista alemán que se centra en el plano bidimensional del cuadro, sin pretender nada simbólico sino llevar a cabo su investigación espacial, en la que los objetos se emplean como meros puntos de referencia. Muestra explícitamente las inconsistencias de la perspectiva y crea espacios regidos por sus propios sistemas de geometría.
            Observemos algunos de sus cuadros.
 
            Las casas de los sueños de Matthias Weischer desafían toda lógica espacial; él hace instalaciones arquitectónicas que solo pueden existir en dos dimensiones. Representando un apartamento sin techo, La habitación egipcia (Egyptian Room) elimina el espacio entre el espacio interno y el externo. En cambio, cada elemento impone su propio sentido del orden entre sí: afuera, las palmeras y las dunas de arena se elevan con precisión geométrica, mientras que en el interior la meticulosa red que elabora Matthias Weischer da paso a su propia confusión orgánica. El piso se funde discretamente con el mostrador, los estantes y las mesas se inclinan hacia los ángulos de alta mar, y objetos como el cesto se hunden debajo de sus superficies de soporte. La banalidad se rumia como un laberinto perpetuo donde la obsesión y la locura se convierten en la búsqueda de la maravilla y el deleite.
 
 
House operates as an antilogy: a painting that's a contradiction of its own expression.           House funciona como una contradicción de su propia expresión, ya que  Subverting the expected qualities of painterly rendition, Matthias Weischer invents an environment where each element adopts attributes opposite to their character. altera las cualidades esperadas de la que está pintado en el cuadro.  Matthias Weischer inventa un ambiente donde cada elemento adopta atributos opuestos a su carácter. Flowers in the foreground recede with the flatness of wallpaper, while rugged mountain backdrops protrude with stylised sharpness. Las flores en primer plano retroceden con la llanura del papel tapiz, mientras que los fondos de las abruptas montañas sobresalen con una nitidez estilizada. Hard-edged formalist tower blocks exceed planate limitation to create believable sculptural volume, while details nearest in perspective float in non-descriptive nether-space. Los bloques de las torre de bordes nítidos y duros exceden los límites del plano para crear un volumen escultural creíble, mientras que los detalles más cercanos de esas  formas que no se sabe bien lo que son, dibujados en perspectiva, flotan en el espacio inferior. Smudges and drips of pure abstract gesture should lead the eye directly back to the painting's surface; Manchas y goteos de puro gesto abstracto deberían llevar la mirada directamente a la superficie de la pintura; instead they create a disorienting tiered perspective. en cambio, crean una perspectiva escalonada desorientadora. Matthias Weischer creates a common urban scene as a surprise of improbable construction, exploiting illusion to its ultimate possibility. Matthias Weischer crea una escena urbana común como una sorpresa de construcción improbable, explotando la ilusión hasta su máxima posibilidad.
 

                En Untitled el artista construye una sala claustrofóbica con una perspectiva fraudulenta. The airy turquoise space is squashed between the heavy mauve planes of ceiling and floor; El aireado espacio turquesa está aplastado entre los pesados ​​planos malva del techo y el piso; only a too-tall standing lamp keeps them prised apart. solo una lámpara de pie demasiado alta los mantiene separados. The precariousness of the scene is repeated throughout: a dwarfed table teeters on matchstick legs under the weight of a classical urn and striped sticks appear to stand on end, placed at deceptive angles to the ground. La precariedad de la escena se repite en todas partes: una mesa enana se tambalea sobre patas de fósforos bajo el peso de una urna clásica y los palos rayados parecen estar de punta, colocados en ángulos engañosos en el suelo. Matthias Weischer emphasises the 'askance' effect through the patterning of the carpets, tablecloth and wall hanging, each appearing out of turn in their layered spatial order. Matthias Weischer enfatiza el recelo que siente el espectador frente a la obra a través del diseño de las alfombras, el mantel y el tapiz, cada uno de los cuales aparece fuera de lugar por su orden espacial estratificado y estático, que se opone al vertical y dinámico de los otros elementos del cuadro.
 

           In Familie O-Mittag, Weischer doesn't create a room, but rather a complex system of intersecting rectangles. En Familie O-Mittag, Weischer no crea una habitación, sino un complejo sistema de rectángulos que se cruzan. Muestra claramente la falsificación de la ilusión. Here, the floor, window, wall and hearth exist as separate planes: the representative scene functions as a coincidence of their proximity. Aquí, el piso, la ventana, la pared y el hogar existen como planos separados: la escena representativa funciona como una coincidencia de su proximidad. This geometric breakdown is extrapolated further in the bricks, tiles, picture frames and plant pots, dissolving the image of a room into an obsessive hallucination. Este colapso geométrico se extrapola aún más en los ladrillos, azulejos del suelo frente a la chimenea que parecen estar flotando, marcos de cuadros y macetas que proyectan unas sombras imposibles respecto a otras sombras que hay en la habitación, disolviendo la imagen de una habitación en una alucinación obsesiva.


 
 
 

 
 
 
 




 

 

domingo, 21 de enero de 2018

PINTURA DE ESPACIOS
Articulo basado en el capítulo de igual nombre del libro LA PINTURA HOY de Tony Godfrey.  Ed.Phaidon.

            Un cuadro es un objeto plano que insinúa la existencia de un plano posterior, semejante al que queda al otro lado de una ventana. Si se contempla con detenimiento puede vivificar el espacio que nos separa de él, como ocurre con las formas flotantes que surgen de las abstracciones de Rothko.    

 

             Ello puede inducirnos a creer que existe un espacio equivalente en nuestras mentes. Tenemos pues tres lugares para que el espacio se expanda o se modifique: el cuadro, nuestra mente y la distancia que nos separa del cuadro.

            El siglo XX nos proporcionó maneras radicales de experimentar el espacio, basta con pensar en cómo nos inclinamos para doblar una esquina con una moto o como avanzamos por una autopista a 120 km/h escuchando música; o con evocar la panorámica, a través de las ventanillas de un avión, de una gran ciudad de noche. Tales experiencias han ahondado en nuestra comprensión del espacio, o más aun, la han modificado. El nuevo espacio virtual de los efectos especiales, los juegos de ordenador, plantea cambios muchos más radicales aún, que desembocarán, conforme a una creencia extendida, en una transformación real de la naturaleza misma de nuestra conciencia y nuestra identidad.

            ¿Es la pintura el medio indicado para explorar y analizar estas nuevas experiencias espaciales? ¿Sigue siendo útil para investigar esos espacios por que suele moverse nuestro cuerpo: paisajes e interiores?

            La obsesión de la pintura formalista por alcanzar la máxima lisura ha ido en contra de la experiencia del espacio en la expresión pictórica. Con el deseo de recuperar la vivencia espacial una artista como Bridget Riley ha recurrido a tonos vibrantes para dinamizar el espacio que separa al espectador del lienzo.
 

 
            Los colores parecen salir del cuadro en dirección al observador. Para ella el espacio no solo se representa, sino que está dotado de vida propia.

            En años recientes muchos artistas han pintado cuadros que generan espacios dinámicos, complejos y teatrales, entre ellos David Reed y Lydia Dona.


 
 
David Reed



   Lydia Dona
Objetos e imágenes flotan en el lienzo como si se hallaran en un vacío espacial, atravesado por vectores que parecen dotar al espacio de más de tres dimensiones.

            Las obras de Fabian Marcaccio, cargadas de pintura, silicona y otros materiales, pueden adquirir unas dimensiones enormes, llenar estancias enteras. Estos cuadros han alcanzado tal magnitud y se alejan tanto de las pinturas tradicionales que el artista los ha bautizado como paintants (pintando) queriendo realzar su esencia de actos en curso.
 

  En ocasiones son telas gigantes que se desplazan de sala en sala y otras veces son huecos como tubos, lo que permite asomarse a su interior.

En otros casos es preciso dar un largo paseo para completarlo entero. “Mi idea era crear una realidad pictórica equivalente a la experiencia de caminar y ver”