Yves Klein
Yves Klein, (28 de abril de 1928 - 6 de junio de 1962) fue un artista francés adscrito al movimiento neodadaísmo para unos, a la abstracción pura para otros, al minimalismo, y a otros muchos ismos, según el crítico que escribiese sobre él.
Con tan solo diecinueve años, Klein ya soñaba con conquistar el cielo. El azul vibrante del infinito fue su máxima inspiración y llegó a considerarlo su primera obra de arte, como si él hubiese descubierto el azul del cielo.
Su primera aparición oficial tuvo lugar en 1955, con la exposición monocromática «Expresión del universo de color naranja plomo». A partir de ese momento fue conocido como “Yves el monocromo”. Su obra fue rechazada por los críticos debido a que, según su opinión, un solo color no bastaba para crear una pintura. Esos críticos parece que ignoraban la obra de Malewich “cuadro negro sobre negro” o “cuadro blanco sobre blanco”, obras a partir de las cuales, surgió una corriente de pintores que explorarían la monocromía y los cambios de color sutilísimos que se dan, o pueden dar, en los cuadros monocromos.
La primera exposición de azules monocromos se celebró en 1957 en Milán.
La serie de pinturas azules combina el pensamiento especulativo de altos vuelos con la innovación técnica. Klein quería trascender la materialidad del cuadro y negarle todo sentido de superficie. Pensaba en el color azul como si fuera adimensional y quería crearlo equiparándolo a una pura evanescencia. Esa tonalidad tenía que ser captada por el ojo sin variaciones de intensidad, "como una única nota sostenida que saliera de una flauta". Solo entonces alcanzaría un nivel de abstracción próximo a la "nada de los objetos". Únicamente entones se convertiría en un "fenómeno de contemplación pura". Pero esto exigía una saturación de color equivalente al pigmento seco en su forma más pura, y Klein no tardó en descubrir que las herramientas tradicionales no le eran de utilidad. Empezó a utilizar rodillos y abandonó la pintura al oleo por una de las nuevas resinas sintéticas en tono mate.
Todo ello le permitió trabajar la intensidad del color por capas. En sus cuadros azules el pigmento siempre es el mismo, lo único que varía es la cantidad de pigmento. Mucho pigmento da azules más oscuros, menos pigmentos da azules más claro.