viernes, 22 de febrero de 2019

GERHARD RICHTER
La Anunciación después de Tiziano
            Gerhard Richter (nace en Dresde el 9 de febrero de 1932) es uno de los artistas alemanes más importantes de todo el siglo XX y XXI. Es un pintor que ha explorado y abierto nuevos caminos en la pintura contemporánea.
            A partir de 1962 el artista empieza a desarrollar un estilo que era una alternativa tanto al realismo como a la abstracción, trabajando a partir de fotografías de personas.
            Gerhard Richter también se dedicó a analizar la naturaleza de la pintura “copiando” fotografías. Estas obras realistas se pueden considerar abstractas porque una vez copiadas las imágenes, esparcía o peinaba la pintura con un pincel para difuminarla, lo cual genera la conciencia de estar contemplando un nuevo cuadro.
            En 1973, valiéndose de una fotografía de la Anunciación de Tiziano realiza una serie, en la que cada pintura resulta más borrosa o desenfocada que la anterior y su abstracción se multiplica. Da la impresión de que el tema es objeto de una desmaterialización en la que solo permanece el color y las marcas del pincel.
            Veamos lo que hace Richter.
 
             En su cuadro Tiziano nos presenta al ángel bellamente coloreado que transmite el mensaje divino, a la vez que el Espíritu Santo llega a la Virgen. El ángel adquiere mucho protagonismo en este cuadro sobre todo por el color, y es este color el que nos introduce, nos mete en el cuadro y nos hace tomar conciencia del acto divino y de la presencia de la Virgen, que en cuanto a color pasa desapercibida y de la que solo se resalta su rostro iluminado por la luz de Dios.
 

            En este primer cuadro, Richter, se queda solo en eso, todo el preciosismo de Tiziano del suelo, columnas, fondo, etc. desaparece y se queda con dos manchas de color, la del ángel y la de la virgen, y la parte superior de la luz de Dios. 

 
            En este cuadro es visible algo de la forma del ángel y de la Virgen, pero le dedica más importancia a toda la luz en la parte superior y también en la inferior. Es como si ambos personajes estuviesen rodeados por la luz divina. La parte oscura de la derecha, resalta más las claridades de las otras partes y da más sensación de aparición de la luz.
 

            En este cuadro da mucho más protagonismo al color que a la luz. Toda la oscuridad que da Tiziano al manto de la virgen la extiende muchísimo en la parte inferior. ¿Es la oscuridad de la tierra? ¿Es la oscuridad del mundo del que nos libera Cristo y cuyo primer capítulo es la Anunciación?  Para mí es un cuadro algo tenebroso, en el que la luz no acaba de entrar.
 

            Este cuadro es una explosión de luz en movimiento. Se vislumbran las figurar del ángel y la virgen, pero la luz es un torbellino que todo lo invade y en todas direcciones. Todo el dinamismo del cuadro viene dado por la variabilidad de la dirección en que se han dado las pinceladas blancas. Richter es un hombre muy religioso y no es extraño que haya querido representar el espíritu de Dios invadiendo y transformando todo. Personalmente es el cuadro que más me gusta por el vigor y el dinamismo que transmite.
         Nótese que el tema de Ticiano es: “El verbo, el espíritu, se hace carne y habita entre nosotros". Y esto mismo se puede aplicar a la pintura o al pintor ya que el espíritu del artista que se manifiesta en forma de obra, de cuadro y queda entre nosotros.
 

            Este último cuadro es totalmente abstracto. Donde estaban las figuras solo quedan vagas manchas y el color se extiende por todos los lugares; la luz también. Una enorme transformación ha ocurrido desde el primer cuadro hasta este último. ¿Quizá la trasformación del espíritu en carne?  ¿O la transformación de todo lo material en espíritu? Conviene observar como en este cuadro no hay sombras, no hay partes totalmente oscuras, hay variaciones de color hacia tonos más oscuros, pero la luz y el color están por todas partes, aunque de forma un poco mitigada.
 

 
 

 

 

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