FANTIN-LATOUR
La tensión plástica
La
tensión plástica tiene por objeto activar el ojo y sensibilizar la obra. No se
trata ya de percibir un grupo de objetos dispuestos en una superficie, sino de
conseguir que ésta superficie se anime por la atención que solicita y que el
espectador le presta.
Obsérvese
como en la mayoría de los bodegones, además de las frutas, vasos y flores, hay
casi siempre un cuchillo, una pipa, un tenedor, el canto de un libro y, en
general, un objeto alargado puesto de manera oblicua.
En este cuadro, Fantin-Latour pone en
primer plano un plato de manzanas y peras, con unos racimos de uvas y un
cuchillo inclinado. En un segundo plano hay en un vaso claro un ramo de flores.
Todo ello puesto sobre una mesa.
Al observar la obra se nota que el fondo
sobre el que se destaca el ramo de flores es una superficie cuyos ejes son los
mismos que el lienzo.
En cuanto a las flores y las frutas,
están representadas en el espacio, pero la escasa distancia entre el fondo y
las frutas impide al pintor fiar mucho
en la perspectiva para producir un efecto de profundidad. Por eso la suple
mediante sombras que modelan los objetos y más aún por medio del famoso
cuchillo. En efecto, en un lienzo en el que tiende a dominar un espacio de dos
dimensiones, el cuchillo introduce un plano oblicuo que al entrar en
oposición con el fondo, provoca una
saludable ruptura.
En lugar de posarse en la superficie y
fijarse en ella, el ojo es atraído a un
movimiento de traslación a favor del cual se hace sensible
la impresión de profundidad.
Si la composición de un cuadro tiene por
objeto disponer los elementos de tal manera que ninguno de ellos sea
indiferente, eso se logra por medio de la tensión plástica, produciendo en nosotros un juego de impulsos contrarios
que provoca la sensibilidad plástica, la mantiene y la renueva.
Ese estremecimiento interior de la obra
de arte, esa vibración secreta de nuestra conciencia, no se manifiesta más que
cuando se dan condiciones especiales. Es preciso que la obra de arte se
presente a nosotros a la vez con lugares de ruptura y con lugares de apoyo. Corresponde a la composición
de la obra ofrecernos figuras susceptibles de atraernos, no por medio de los
objetos representados sino por las relaciones que de dichos objetos ha querido
establecer el artista.
Cuanto cuesta
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